Hoy
noté que estás distante
y
tu mirada es esquiva
sé
que estás malhumorada
porque
te sientes vacía.
Yo
lo sé, la culpa es mía,
y
no haré ningún reclamo
sé
que extrañas mis caricias
ya
no te buscan mis manos.
Cómo
extraño aquellas noches
en
las que mi sed saciabas
cuánta
añoranza de entonces
cuando
tú me iluminabas.
Qué
actitud irresponsable
te
he dejado abandonada
y
aunque quiera remediarlo
ya
es tarde para hacer nada.
Trataré
de no olvidarte
y
buscaré la manera
de
que ya nada te falte
mi
bellísima heladera.
Marcelo Tittaferrante.