martes, 13 de junio de 2023

El saxo (caprichos y variaciones)

 

Después de practicar varias escalas creí estar listo para ejecutar una melodía, entonces coloqué las partituras sobre el atril y comencé a tocar el reluciente instrumento. Noté de inmediato que las notas del pentagrama y el saxo alto se habían confabulado contra mí, como un grupo de consumidores que hacen boicot a un supermercado.

La caña de la boquilla se había endurecido oponiéndose visiblemente a la presión que ejercían los labios sobre ella y todo sonaba desafinado, como niños cantando el himno.

Vi con asombro cómo aparecieron alteraciones en la escritura mientras tocaba, incluso en una oportunidad, la clave de sol hizo un gran esfuerzo para cambiar su posición y saltar hasta la tercera línea.

El do y el re vibraban en sostenidos, el mi y el fa en bemoles, el sol se había ocultado (ya era de noche), y el la, hacía el amor con el si consentido.

Las llaves empujaban los dedos hacia afuera y el sonido se distorsionaba lastimando mis oídos.

Cansado de lidiar con sus caprichos, descolgué el saxo del arnés, encendí el equipo de audio y puse un tema de John Coltrane. Solo quería escuchar un buen tema de jazz.


Marcelo Tittaferrante.




Imagen tomada de la red.