Mientras
en la antigua Grecia se desarrollaba un importante movimiento filosófico, donde
se destacaron, entre otros, Sócrates y Platón, Hipócrates escribía sus famosos
“Tratados hipocráticos” tendientes a forjar conocimiento en materia de
medicina.
Ya
en ese entonces, debido a la elocuencia desarrollada por estos eruditos, y en
vistas de lo que Hipócrates calificó de hemorragias verbales, catalogó esta patología
en sus escritos, donde acuñó el término “verborragia”.
Además,
dedicó extensos párrafos al tratamiento de las afecciones hemorroidales,
detallando con minuciosidad el doloroso pero efectivo proceso de curación. Así clasificó
a este padecimiento como “anómalo”.
Siglos
más tarde, en su fructífero aporte en lo que respecta al cuidado de la salud
humana, fue Galeno quien estableció con eminente criterio y muy clara
argumentación, la contradicción manifiesta que presupone la expresión “saluditos”.
Tras
haber realizado múltiples vivisecciones en cerdos y monos, describió el
funcionamiento de al menos siete músculos. En su obsesión por el estudio de
estos órganos, elaboró un método para aliviar las contracturas musculares, al
que llamó “extensión”.
Marcelo Tittaferrante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario