Señores, soy payador
aunque no tenga guitarra
he quitado las amarras
y doy de mí, lo mejor
como un perro labrador
que cuida bien a sus crías
camino entre la jauría
y voy con la frente en alto
no me frena un sobresalto
ni me asusta una estampida.
No es menester presumir
de todo lo que uno aprende
cuando una duda se enciende
acecha hasta consumir
no se puede discernir
si uno aprendió lo correcto
o si es solo un insurrecto
que conspira contra todo
habrá que encontrar el modo
de andar por el lado recto.
No se debe recurrir
a gestos provocadores
porque no son los mejores
a la hora de vivir
si uno quiere compartir
con el otro su experiencia
debe atesorar paciencia
nunca mostrar resquemores
dejar atrás los temores
y no fingir apariencias.
Quiero tener claridad
pero la luz no la hallo
voy buscando de soslayo
alguna oportunidad
con mi singularidad
sin caer en el olvido
a donde nunca había ido
en esta vida tortuosa
con mi ceguera monstruosa
inventando un recorrido.
No trato de establecer
un fundamento fortuito
a nadie le importa un pito
lo que haga o deje de hacer
aunque pueda parecer
que quiera imponer cordura
yo solo tengo locura
se lo digo con prudencia
quiero limpia mi conciencia
no quiero más amargura.
No profeso religiones
no me afilio a los partidos
no tengo bien definidos
ni el culto, ni las pasiones
me mueven las emociones
que aparecen de improviso
de golpe, sin previo aviso
me sacuden con violencia
así es como se evidencian
así las materializo.
Marcelo Tittaferrante.
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